Hasta el próximo año...

Ya lo ves, qué mejor manera de terminar un mes tremendamente corto y empezar mi mes! Marzo. Pero vayamos por partes. Febrero ha sido corto pero intenso. Un mes repleto de cumpleaños, un carnaval para recordar y reencuentros con amigos que no puedo ver a menudo. A parte, también tengo que añadir exámenes, interminables, pesados, en fin, exámenes finales. Me he despedido de él de la mejor forma posible, viendo a alguien sonreír. Pero no porque no lo haga nunca! Todo lo contrario, si no porque fue una sonrisa, ¿cómo te lo diría? Una sonrisa nuestra! Sí, tuya y mía! Que quizás lo leas y pienses ¿qué dices? pero créeme una imagen vale más que mil palabras y a mi ayer me fue más que suficiente.
Me fui a dormir solo con un “mal-de-cap-sense-importancia” pequeñito, que de momento voy a ver qué pasa contigo, más tarde me ocuparé de ti. Pero la sorpresa más agradable ha sido la de esta mañana. Nunca me había despertado tan...tan llena por dentro, tan alegre, tan despierta! Unas palabras han sido suficientes para que diera un salto de la cama y me asomara por la ventana. ¡La calle estaba blanca! He sido pequeña, como si me hubieran regalado una bolsa de chuches! Me he vestido rápido, siguiendo consejos de taparme bien y he hecho fotos, a las 7:30 de la mañana en la terraza mi perra y yo hemos pisado nieve que nadie más podía pisar. Con los amigos pequeñas guerras de nieve y pequeñas ya que a medida que ibas entrando en la ciudad todo era hielo. Lo mejor, lo más bonito, que S ha celebrado un cumpleaños diferente, blanco, inusual por esta época del año. Su cumpleaños, con un toque especial...
Hoy me han bañado de azúcar Tarragona.